recomendaciones cinematográficas
febrero 23rd, 2007Sex, lies and videotape ‘sexo, mentiras y video’ (Steven Soderbergh) 1989
Magnolia (Paul Thomas Anderson) 1999
En esta oportunidad voy a recomendar dos películas con un contenido dramático intenso. Películas que se destacan por la calidad de sus actuaciones, con dos directores norteamericanos jóvenes que han sabido explotar con éxito las temáticas que nos ofrece la vida cotidiana.
Sexo mentiras y video le abrió las puertas del reconocimiento mundial a Steven Soderbergh, ya que con esta producción ganó la Palma de Oro del Festival de Cannes a los 26 años de edad, hecho que de alguna manera lo marcaría de manera no muy favorable en años posteriores.
En mi opinión Soderbergh se contagió de la enfermedad de los directores exitosos que ‘llegan’ demasiado pronto, con demasiada prisa.
Ahora parece que quiere retomar el ritmo, quitarse el peso muerto de la fama de una película que lo ha perseguido como una maldición desde 1990.
Con Traffic parecía que resurgía de nueva cuenta su ingenio, desempeñando su trabajo que mejor le conocemos, hacer que sus actores saquen lo mejor de sí mismos, redondas las actuaciones de Michael Douglas y Majandra Delfino, aunque la de Venicio del Toro deja mucho que desear y en general la película la resuelve demasiado ‘fácil’.
Laxa, con constantes tropiezos en lugares comunes y explotando un maniqueísmo demasiado simplón, (México, la frontera, es sepia, seco, pobre, polvoso. Estados Unidos es color, es limpieza… bueno).
Ganó el oscar al mejor director por esta película.
Paul Thomas Anderson el niño terrible de Estudio City, California, que sus primeros contactos con el cine fueron gracias a un tío que era fanático de la pornografía, es, para mí, uno de los directores más talentosos de los últimos 10 años en los Estados Unidos, sabiendo utilizar las enseñanzas de algunos de los que parecen ser sus directores favoritos como Altman, Jarmusch, Gus Van Sant, Truffaut, Scorsese.
Magnolia es una película preciosa de principio a fin, aunque es una entrega larga, el ritmo nunca cae gracias a la tensión dramática que ejercen sus protagonistas a cada momento de la cinta.
La película es como la vida misma, pero mejor. Y vaya que es difícil llegar a ese realismo en una película que se trata de todo y de nada en particular, sino en general de los problemas y las obsesiones de todo ser humano.
La mejor actuación que podrán ver jamás de Tom Cruise, sin duda gracias a la dirección hábil y elocuente de Paul Thomas Anderson.
Dos películas que ojalá puedan encontrar interesantes, dos directores que sin duda serán recordados por ser parte de esa nueva generación de vouyeristas de la cotidianeidad.
Que las disfruten
P.F.