La vida regida por el ridí­culo :: Todo se puede en México…

La vida regida por el ridí­culo

los gruñidos de la sin razón

abril 30th, 2007

Llamado inaceptable

Editorial tomado del periódico La Jornada México D.F. lunes 30 de abril del año 2007.

El exhorto formulado ayer por la Arquidiócesis de la Ciudad de México al personal de salud del Distrito Federal a no cumplir con sus obligaciones laborales y a negarse a interrumpir embarazos -una práctica legal desde la semana pasada- es un paso más en la ofensiva lanzada por la jerarquía eclesiástica contra la despenalización del aborto, contra la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), contra el gobierno capitalino y contra la vigencia de un derecho establecido en la ley.

Si en los meses recientes el arzobispado que encabeza Norberto Rivera Carrera se involucró abiertamente en actividades políticas y pretendió invadir el ámbito de instancias legislativas, ahora, al confundir deliberadamente legalidad y moral, y al calificar de «asesinato» un procedimiento médico regular, el organismo religioso pretende arrogarse facultades para determinar lo que es lícito, y para decir a sus feligreses qué preceptos legales cumplir.

Desde luego, los dirigentes católicos están en su derecho de excomulgar a quienes deseen, e inclusive de amenazar con el infierno y la condenación eterna a los legisladores que aprobaron la despenalización del aborto, a los gobernantes que han expresado su disposición a acatar la reforma legal correspondiente, a las mujeres que deciden interrumpir sus embarazos y a los médicos y al personal sanitario que participa en la práctica. Los afectados por la reacción eclesial tienen, por su parte, el derecho a creer o no en esas amenazas. Hace muchos años las católicas y los católicos que utilizan métodos de planificación familiar y de sexo seguro optaron por ignorar las prédicas medievales y supersticiosas que en esas materias realizan los jerarcas católicos. El avance de la conciencia ciudadana ha hecho posible que la gran mayoría de los feligreses haya aprendido la inconveniencia de confundir las funciones de los guías espirituales con las de médicos, sexólogos y trabajadores sociales. Esta encomiable capacidad de discernimiento explica en buena medida la muy escasa respuesta -en una sociedad que oficialmente es mayoritariamente católica- a las recientes e impertinentes convocatorias de la Arquidiócesis a movilizaciones contra la despenalización del aborto.

Sin embargo, el abierto llamado a incumplir leyes, reglamentos y obligaciones profesionales y laborales denota la voluntad del alto clero católico de colocarse en una ruta de colisión con la institucionalidad vigente en la República y con los poderes del Estado, y resulta llanamente inaceptable. Cabe recordar que el artículo 1 ° de la Ley de Asociaciones Religiosas establece, sin ambigüedad, que «las convicciones religiosas no eximen en ningún caso del cumplimiento de las leyes del país», así como que «nadie podrá alegar motivos religiosos para evadir las responsabilidades y obligaciones prescritas en las leyes», y en el artículo 29 se establece como infracción el «oponerse a las leyes del país o a sus instituciones en reuniones públicas».

Ante semejante irresponsabilidad por parte de la jerarquía católica, la cual está obligada a cumplir con las limitaciones que le impone la legislación arriba referida, es claro que el gobierno federal, responsable por medio de la Secretaría de Gobernación de fiscalizar el comportamiento de las organizaciones religiosas, tiene ante sí el deber insoslayable y urgente de poner en alto a lo que se ha convertido en beligerancia contra las leyes por parte de los jerarcas católicos de la urbe e imponer las sanciones pertinentes. El Ejecutivo Federal debe entender que la tolerancia ante la creciente insubordinación clerical no sólo es inadmisible desde la lógica republicana que representa su investidura, sino, a fin de cuentas, política e institucionalmente suicida, porque la ambición de poder de la actual dirigencia eclesiástica no conoce límites y es preciso, por ello, marcárselos a la brevedad.

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El ánimo de publicar estas entregas editoriales del periódico es el de mostrar cuál es el nivel de la discución en nuestro país sobre un asunto de IMPORTANCIA y que parece se esta escapando de las manos. Distinguir entre moral, ética, estado laico, ley, maneras de pensar, tolerancia.

Parece que nos está costando trabajo, sobre todo en un problema que sólo les atañe a ELLAS, a las mujeres, únicas afectadas y donde es preponderante su libre opinión.

P.F.

recomendaciones cinematográficas

abril 30th, 2007

Hacia una nueva estética del cine mexicano

Carlos Reygadas

Japón 2002

Batalla en el Cielo 2005

Empiezo con estas preguntas:

¿El cine tiene que ser entretenido?

¿Tiene como papel el sólo entretener?

¿Qué entendemos por entretenido? ¿entretener? ¿entretenimiento?

¿Lo mismo nos entretiene a todos?

¿Cuál es el nuevo paradigma en este nuevo renacer que perece vive el cine mexicano, pese a todos los problemas y dificultades que todos conocemos que padece?

Personalmente creo que el cine debe de ser fiel a la imaginación, a la inventiva, al intento de crear atmósferas e historias más o menos originales, (digo, no se trata de descubrir el hilo negro) pero de lo que si se trata es de identificar estas intenciones, estas muestras de honestidad que se pueden notar o que se pueden percibir en algunos directores del cine mundial y de México.

Uno de ellos, que sin duda es harina de otro costal, es Carlos Reygadas México, D.F. 1971.

En mi muy modesta opinión Reygadas representa este intento de romper con los estándares estéticos que han regido, mal que bien, al cine mexicano de los últimos 50 años.

Reygadas hace películas de corte ‘extraño’, pero lo destacable no es sólo la temática de las mismas sino cómo las hace, cómo las filma, de qué manera las planea, las va decodificando hasta mostrarnos una historia que sin ser muy común puede llegar a ser tan común y cotidiana en cualquier momento. Ahí está lo hermoso de su cine, en las paradojas; en los contrastes.

En sus dos largometrajes cuida muchísimo la fotografía, (para mí, es lo mejor) los encuadres, los planos, los paneos de la cámara nos pasean, nos llevan de manera cuidadosa y sutil hacia los territorios que Reygadas nos quiere mostar.

Pero qué sentido de la provocación más acertada, la manera como juega con los sentimientos de los espectadores, de los mismos actores. Cabe hacer mención que a Reygadas le gusta arriesgar y utiliza intérpretes no profesionales, aunque esto a veces ‘acartona’ las actuaciones pero esto se debe, siento yo, a la búsqueda de un estilo propio.

Por eso, este reconocimiento que últimamente le ha estado haciendo el festival de Cannes al invitarlo a la sección oficial ya en tres ocasiones distintas no es casual, y vaya que no es fácil entrar en la sección oficial porque un jurado ‘escoge’ de entre más o menos 700 películas diferentes las que cuentan con la ‘calidad’ para concursar y llevarse la Palma de Oro.

Y ahí está Reygadas, sin duda, después de Buñuel, el nuevo provocador del cine mexicano.

Esperaremos que su nueva entrega Luz Silenciosa (2007) sea, al menos, del nivel de las dos anteriores, aunque la mejor opinión será la de ustedes.

Que las disfruten

P.F.

descrédito a la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México o lo que es igual otra rayita al tigre…

abril 26th, 2007

Les comparto otro editorial del periódico La Jornada México D.F. 26 de abril del año 2007

Para los que visitan esta página (intencional o accidentalmente) y no viven en mi México lindo y querido les paso la dirección para que puedan revisar, en mi opinión, el diario más profesional y objetivo de la republica mexicana
la dirección es:

http://www.jornada.unam.mx

Descrédito de la CNDH

Las instituciones del país viven un severo desgaste de operación, autoridad y credibilidad. El fenómeno afecta, entre otros, al Ejecutivo federal, a los organismos electorales, a las corporaciones de seguridad pública y a los aparatos de procuración e impartición de justicia. Tal erosión ocurre en forma paralela al avance de poderes fácticos que operan al margen o a contrapelo de la normatividad: organizaciones delictivas que se hacen con el control de regiones enteras del país, asociaciones religiosas que actúan como si fueran partidos políticos, grupos financieros que hacen de la evasión fiscal un negocio o que se dedican a adquirir empresas públicas saneadas para volver a quebrarlas y medrar con los «rescates» a cargo de los contribuyentes cautivos, parientes de políticos encumbrados que se enriquecen con el tráfico de influencias en su favor.

Con este telón de fondo, México padece una grave crisis de derechos humanos, profundizada por las tendencias autoritarias presentes en el grupo gobernante. Hasta el año pasado, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) había sido un factor de contención y de corrección de los abusos del poder y de vigencia de las garantías individuales. Pero en las confrontaciones en Texcoco y San Salvador Atenco el organismo empezó a actuar con insuficiencia y de manera tardía. Las fallas institucionales se agravaron ante los excesos represivos cometidos por los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón contra los opositores oaxaqueños. En ese caso, la respuesta de la CNDH fue tan tibia y complaciente que pasó casi inadvertida y no incidió de manera alguna en la defensa de los derechos de los afectados por la brutalidad policial y por el accionar de los cuerpos represivos del gobierno de Oaxaca.

En el episodio de la muerte de la anciana indígena Ernestina Ascensión Rosario, ocurrida hace unas semanas en la sierra Zongolica, Veracruz, la intervención de la CNDH ha sido aún más lamentable: su titular, José Luis Soberanes, se ha enfrascado en confrontaciones declarativas de tonos descalificadores contra quienes sostienen -parientes, vecinos, autoridades estatales- que antes de su muerte la anciana sufrió una brutal agresión sexual por parte de efectivos militares. El ombudsman se ha empeñado en defender la versión oficial de que Ascensión Rosario falleció a consecuencia de dolencias médicas anteriores y, por añadidura, se ha involucrado en la investigación de delitos, lo que parece escapar al ámbito de sus atribuciones.

A ojos de buena parte de la opinión pública y de la oposición política, las erráticas acciones de Soberanes en este caso no parecen una búsqueda de la verdad sino un afán de encubrimiento de los soldados a los que se atribuye la muerte de la anciana. Con estos antecedentes, resultaba inevitable la penosa situación que el titular de la CNDH hubo de enfrentar ayer en su comparecencia ante las comisiones unidas de Equidad y Género, Derechos Humanos y Justicia de la Cámara de Diputados, cuyos integrantes se rehusaron a aceptar las pruebas que Soberanes pretendía entregarles, toda vez que, le dijeron los legisladores, «no es nuestro papel hacer la valoración de las pruebas, y tampoco es el suyo».

La conclusión de los diputados de que la institución encargada de velar por el respeto a los derechos humanos en el país «no despejó las dudas» sobre el caso es compartida por gran parte de la sociedad, y ello resulta a todas luces lamentable, porque el país requiere, sobre todo en la circunstancia actual, de una CNDH fuerte, creíble y con autoridad moral.

decisión histórica

abril 25th, 2007

editorial tomado del periódico La Jornada miércoles 25 de abril del año 2007

La despenalización del aborto en la capital de la República, aprobada ayer por más de dos tercios de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), es un triunfo histórico de la razón, la civilidad y la solidaridad, y una prueba de que los avances de la reacción política y económica no han conseguido detener la marcha del país.

El que la interrupción del embarazo en sus primeras 12 semanas deje de ser delito constituye una ampliación de los derechos y las libertades individuales, en la medida en que coloca la decisión en el ámbito en el que debió permanecer siempre: la conciencia de las mujeres que viven en carne propia la situación, y amplía, con ello, los derechos inalienables de los seres humanos sobre su propio organismo, sobre sus funciones reproductivas y sobre su vida.

Adicionalmente, la medida contribuye a despejar las influencias clericales que aún persisten en las leyes y códigos y representa, en esa medida, una reafirmación del carácter laico de las instituciones y del principio de separación entre la Iglesia y el Estado.
Asimismo, la reforma legal votada ayer, aunada a la reciente aprobación de la figura de sociedades de convivencia, contribuye a colocar al Distrito Federal en la modernidad a escala internacional y a contar con una legislación local más acorde con las realidades sociales del mundo contemporáneo.

Por esas razones, cabe decir que la institucionalidad política, representada esta vez por la ALDF, ha saldado una de las muchas deudas que mantiene hacia la ciudadanía y ha corregido una de las muchas injusticias contenidas en la legislación: la de arrojar a una gran cantidad de mujeres con embarazos no deseados a practicarse abortos en una clandestinidad peligrosa, insalubre, humillante y profundamente desventajosa para los sectores de menos recursos económicos. La despenalización referida salvará vidas, rescatará la dignidad de las que deciden interrumpir su embarazo y contribuirá a preservar la armonía en circunstancias personales, entornos familiares y relaciones de pareja.

En términos políticos, ha de saludarse el hecho de que el organismo legislativo capitalino haya sabido reflejar con fidelidad el sentir de la mayoría de la sociedad y haya logrado resistir a las presiones, las distorsiones, las amenazas, las mentiras, los chantajes y las campañas de linchamiento lanzadas desde las cúpulas de varias organizaciones religiosas -empezando por la jerarquía católica nacional e internacional, la más poderosa de todas-, desde las filas del partido que detenta el poder en el ámbito federal y desde los grupúsculos de choque del oscurantismo cavernario. La desmesura y la visceralidad de los antiabortistas ha terminado por marcar el tamaño de la derrota de la reacción, la primera importante en décadas en las que el país ha vivido una pronunciada regresión y una erosión de las conquistas sociales y laborales del siglo pasado.

Ciertamente, las derechas seculares y clericales intentarán revertir, por varios medios, lo conseguido ayer, pero en este caso resulta especialmente pertinente la expresión juarista: el triunfo de la reacción es moralmente imposible. México, por su parte, ha ganado en soberanía, civilidad, modernidad, tolerancia y sentido de futuro.

los caminos de la muerte

abril 19th, 2007

les comparto un editorial del periódico La Jornada del día jueves 19 de abril del 2007

espero que lo encuentren interesante

Los caminos de la muerte

Son fenómenos sin conexión evidente: la carnicería que se desarrolla, imparable y creciente, en Irak, y que ayer cobró dos centenares de víctimas; la descontrolada violencia vinculada al narcotráfico que sacude a México y que llega a colmos como las mortíferas balaceras ocurridas ayer en el Hospital General de Tijuana y las matanzas recurrentes en centros de enseñanza de Estados Unidos, como la acontecida el lunes pasado en la Universidad Tecnológica de Virginia. Pero esas realidades de destrucción y muerte están relacionadas por un factor común: son, en los tres casos, producto de decisiones y estrategias del gobierno del país vecino.

La masacre cotidiana que tiene lugar en el territorio iraquí es consecuencia directa de la determinación del presidente George W. Bush de invadir y ocupar, a contrapelo de la legalidad internacional, de las consideraciones humanitarias más elementales y del sentido común, la nación árabe. Ahora, la ocupación militar angloestadunidense es el factor central y principal de la violencia que se abate sobre Irak.

La mortandad generada en América Latina por la guerra contra las drogas es, por su parte, resultado de una estrategia equivocada e hipócrita impuesta por Washington a los otros gobiernos del continente: la prohibición de las sustancias sicotrópicas y la ilegalización de su producción, de su comercio y hasta de su consumo. Al crear de esta manera las condiciones para el desmesurado enriquecimiento de los narcotraficantes, los gobernantes trasladaron el problema de las adicciones del ámbito de la salud pública al policial, militar y de seguridad nacional, y engendraron un monstruo que ahora exhibe un poder económico casi ilimitado, capacidad para corromper funcionarios de todos los niveles y un poder de fuego al menos equiparable al de las instituciones de seguridad pública.

Por lo que hace a los estallidos de violencia individual que cíclicamente estremecen a la sociedad estadunidense -como la matanza perpetrada el lunes en Virginia por un inmigrante surcoreano desequilibrado, que semanas antes compró sin ningún problema una pistola automática y centenares de cartuchos para asesinar a 32 personas- tienen como factor inocultable la desmesurada proliferación de armas de fuego en manos de la población. No debe pasar inadvertido el hecho de que la principal promotora del armamentismo civil, la Asociación Nacional del Rifle, es una organización ultraconservadora estrechamente vinculada al gobernante Partido Republicano. Ha de considerarse, asimismo, que la actual administración permitió que quedaran sin efecto algunas mínimas disposiciones de control adoptadas en tiempos de Bill Clinton para evitar la venta indiscriminada de armas de alto poder.

Las claves para detener toda esta violencia -la de la guerra colonial, la del narcotráfico y la de los homicidios masivos en territorio estadunidense- están en manos de la clase política de Washington. A estas alturas, es claro que la primera condición para detener las atrocidades cotidianas que las fuerzas ocupantes cometen contra la población civil, las sangrientas confrontaciones entre bandos locales, las bajas de las tropas angloestadunidenses y la creciente desintegración del tejido social iraquí, consiste en el inmediato retiro de Irak de las fuerzas ocupantes.

En cuanto a la guerra contra las drogas, la solución está en la historia misma de Estados Unidos: la adopción de la llamada ley seca que prohibía la fabricación y el comercio de bebidas alcohólicas no eliminó ni redujo el alcoholismo, pero generó un mercado negro cuyos operadores desafiaron al Estado durante más de una década y sumieron al país en una ola de violencia delictiva que no pudo ser desactivada más que con la derogación y la despenalización de las bebidas embriagantes. En el continente es tiempo de recuperar la sensatez y reconocer que los problemas de salud pública no pueden ser resueltos por el ejército ni por la policía, y que el combate a las adicciones requiere de estrategias médicas y sociales distintas a la prohibición de las sustancias adictivas.

Por lo pronto, los caminos de la muerte -la guerra en Irak, el combate a las drogas y los cruentos tiroteos en Estados Unidos- tienen algo en común: parten de la Casa Blanca y del Capitolio.

recomendaciones cinematográficas

abril 17th, 2007

La soledad de Ernesto Contreras

Párpados Azules, México, 2006.

En esta oportunidad voy a recomendar una película que ganó el premio de mejor película en la categoría de Largometraje Iberoamericano de Ficción y también el Mejor Guión en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara; es la opera prima de un joven director mexicano Ernesto Contreras (Veracruz, Veracruz, 1969).

Que película tan interesante, bien planteada, sin muchos adornos, sin lastres, con una trama simple, aunque no simplista.

Los aspectos técnicos estuvieron bien cuidados, la fotografía acertada, el diseño de producción muy bueno, el sound track excelente; pero lo que más destacaría de esta cinta es la actuación de los protagonistas: contundente, verosímil.

Que gusto me dio ver una película mexicana tan bien lograda, de la cual no sabía ni esperaba grandes cosas. De su director sólo tenía el antecedente de algunos cortometrajes; pero me dio gusto constatar que el cine mexicano tiene sustento, futuro; con gente que está haciendo trabajos interesantes, que viene empujando fuerte y que están comprometidos con la creación artística, uno de ellos es Ernesto Contreras.

Veremos que nos depara en el futuro este talentoso director. Parece que va caminando para adelante, ojalá continúe así.

Que la disfruten tanto como yo.

Por cierto, este primer largometraje de Ernesto Contreras competirá con otras seis películas por el principal premio del certamen paralelo al Festival de Cannes, que lanzó al estrellato en 2000 al también director mexicano Alejandro González-Iñárritu con «Amores Perros».

Se trata junto a la película de Carlos Reygadas «luz silenciosa», que fue seleccionada para la competición oficial del Festival de Cannes, de la participación más destacada del cine mexicano en el próximo certamen, que cumple su 70 aniversario

P.F.